SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 3 de octubre de 2012


NUESTRA MIRADA

Hola a todas y todos. Bienvenidos a nuestro y vuestro pequeño espacio de opinión. Desde hace tiempo, llevábamos planteándonos reactivar nuestra actividad como Asociación Cultural también a través de las redes. Primero las cadenas de e-mails, luego vino Facebook y ahora con este pequeño blog pretendemos desarrugarnos un poco más, si es que aún lo estábamos. Valga a modo de presentación de nuestra forma de ver la situación actual y como primera página de este semanario, este análisis de la realidad narrado por el escritor y poeta Luis García Montero a raíz del artículo de Joaquín Estefanía para El País, titulado "¿donde está el límite?". Pudimos escucharlo este pasado lunes a través de las ondas de la Cadena Ser en el programa Hora 25 dirigido por Angels Barceló.

 “El panorama es cada vez más triste. Analizados con detenimiento los presupuestos del año que viene, son un conjunto de trampas y de fuegos artificiales que apenas sirven para ocultar la realidad. No hay dinero para adecuar las pensiones a los precios de la vida. Se desplazan a las Comunidades Autónomas los gastos de los servicios públicos al tiempo que extiende su fama de derrochadoras inútiles. No existe inversión, no existe crédito, se hunde el consumo y los intereses de la deuda son ya más cuantiosos que el dinero que cobran los funcionarios del Estado. En medio de este panorama, el periodista y economista Joaquín Estefanía nos pregunta ¿dónde está el límite?

La deuda ha sido siempre en la historia contemporánea el origen de la esclavitud. Recuerdo ahora la última novela de Mario Vargas-Llosa que habla de los esclavos del Congo y del Amazonas utilizados por las grandes compañías caucheras. La técnica resultaba fácil, se atraía a unos indígenas, se les hacía un préstamo a cuenta de futuras pagas y se les vendía de todo hasta acumular sobre sus espaldas una deuda incancelable. Sometidos a esa deuda se les iba robando su derecho y se les cerraba cualquier horizonte de vida. Es la misma técnica por otra parte que utilizan hoy los tratantes de blancas para engañar a las inmigrantes y mantenerlas en sus dominios y en el negocio de la prostitución. Angels – Yo creo que mi papel hoy es empezar a nombrar la bicha, es hora de empezar a decir de forma clara que la deuda que crean hoy los fondos de inversión y el capitalismo especulativo se parece mucho a la usura, a la trata de blancas, a la esclavitud y a la mentira. No hay solución para nuestras democracias si la política no toma medidas con el fin de declarar ilegítima la deuda, parte de la deuda, ajustar el dinero a la realidad e imponer una quita. ¿Qué para eso hay que cambiar en parte el Sistema? Pues sí, hay que cambiar el Sistema. Es la única forma que tiene hoy la política de recuperar el crédito que ha perdido en los escombros de la sanidad pública, la educación y el Estado. Sería suicida para la democracia permitir el deterioro definitivo de las pensiones públicas porque el dinero que desplaza a las pensiones privadas y a sus fondos de inversión es el primer motor de la especulación que nos está arruinando.

En la calle se escuchan gritos contra el parlamento y a los diputados se les quita en algunas ocasiones el sueldo. Los que queremos defender la conciencia democrática sentimos inquietud. En la rebeldía más noble se está infiltrando no sólo una policía de paisano sino también un pensamiento demagógico, reaccionario e interesado. Pero la conciencia democrática debe sentir también inquietud ante unas instituciones que se han quedado huecas, sin iniciativa, que sólo se dedican a colaborar con los poderes financieros para desplumar a los ciudadanos. Este colaboracionismo, esta traición a la libertad de un país, es más dañina todavía que la demagogia callejera porque es la realidad en la que se apoyan las arengas de los reaccionarios para falsificar una protesta seria, motivada y necesaria. ¿Dónde está el límite? Bueno…No sólo hemos entrado en un callejón sin salida sino también en un callejón sin regreso. No es posible ya superar esta crisis con una simple vuelta a la situación anterior. El tema de la Crisis ha quedado viejo, no hay camino de vuelta a la Europa de 2007. O cambiamos el Sistema y vamos contra los poderes especulativos o conseguimos organizar una gran y verdadera cumbre de Presidentes con representación cívica y social para poner a los poderes financieros en su sitio o estamos condenados a salir de la Crisis mucho peor de cómo entramos en ella, a vivir en desamparo, bajo la esclavitud, bajo el látigo de los señores de la deuda.”

A partir de ahora, cada semana colgaremos en este blog, impresiones, reflexiones y/o análisis de vecinas y ciudadanos de Guadalajara, anónimos y no tan anónimos que busquen implicarse tanto en la opinión como en la reacción política. Porque compartimos la visión de nuestro admirado José Luis Sampedro cuando ha repetido en más de una ocasión que, es una falacia hablar de crisis financiera únicamente. La crisis es política".