SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 16 de marzo de 2016

El presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García Tizón (PP) recibe a 2 galgos toledanos campeones de España / Foto La Cerca

DE LA LEY DE CAZA Y OTROS DEMONIOS

Cuando apruebas una ley, es lo que tiene: que se cumple, y a veces ocurren cosas como ésta. La polémica se desata por el bando que un alcalde del PP en la provincia de Guadalajara ha publicado en cumplimiento de la “estupenda” Ley de caza, aprobada en 2015 por el anterior gobierno de María Dolores de Cospedal en Castilla la Mancha.

Esta ley, permite y admite que en su artículo 7.6 que: “Los animales domésticos asilvestrados no tendrán la consideración de piezas de caza. No obstante, podrán ser abatidos o capturados por razones sanitarias, de daños o de equilibrio ecológico, previa autorización del órgano provincial, donde se especificará los medios de captura a utilizar, que en cualquier caso, serán selectivos y no actuarán en perjuicio de otras especies o de sus hábitats”.

Por suerte, para nuestros animales, hay muchas personas que trabajamos para conseguir su bienestar y el edil retiró el bando, cuando se vio sometido a la presión social que se formó en el municipio.

Pero, ¿Por qué esta ley no se ocupa del bienestar de los animales usados para la caza? O, directamente y como pedimos muchos grupos de protección animal, ¿Por qué no se prohíbe el uso de animales para este fin?

Los perros usados para cazar, viven en condiciones deplorables, atados la mayor parte de su vida, si son hembras obligadas a criar sin parar, y los que no “sirven” abandonados a su suerte o peor aún ahorcados o asesinados por sus propios dueños.

Las sociedades avanzan si, y a veces las leyes no están a la altura del clamor popular. Se está consiguiendo en muchos municipios la prohibición del uso de animales en espectáculos circenses, la prohibición o la no celebración de espectáculos taurino cruentos, se aprueban leyes autonómicas de bienestar animal…pero se echa en falta una ley nacional de protección animal, donde realmente se vele por el bienestar de éstos, y no tanto en el desarrollo de métodos de caza y exterminio de los animales que debido a nuestras manera negligente de actuar, se encuentran abandonados o como dicta la ley de caza “ asilvestrados.

Falta conciencia de adopciones, de no abandono, de castración animal, de no comprar seres vivos, de no beneficiarnos ni regodearnos en su sufrimiento para nuestra diversión.

La caza, incrustada en nuestro ADN desde el Paleolítico, debe evolucionar y adaptarse a una sociedad que cada vez huye con más fuerza del uso de animales para nuestra diversión.

Sentémonos juntos pues, para que estas leyes de modifiquen y realmente protejan y dejen de ser conductoras y propiciadoras de estos comportamientos tan indeseables.

Desde Arrebol suscribimos este artículo que nos envía nuestra compañera y amiga, Ana Domínguez, bióloga y voluntaria en APAMAG . Muchas gracias, Ana.