SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 13 de enero de 2016




DE MI JORNADA, ELECTORAL

Amable lector, pues así lo eres si es que estas letras caen en tus manos y ante tus ojos. Tradicionalmente el espíritu navideño nos llega de pronto cada año en torno al puente festivo de la inmaculada Constitución; se produce el encendido de luces, se incrementa la publicidad de juguetes y regalos, aparecen los anuncios estimulantes de colonias de uno y otro género, y un largo etcétera de símbolos nos da cuenta de que es llegado el tiempo de celebraciones.

Esto es ahora; antes el final de la recolección de la aceituna y la consecuente elaboración del aceite, así como la realización de la matanza del cerdo eran los hitos que daban pretexto para entonar los primeros villancicos en veladas de zambomba y vacías botellas de anís.

En cualquier caso este año fue el inicio de la campaña electoral para las elecciones generales del 20 de diciembre de 2.015 lo que imprimió el carácter inminente del nuevo tiempo festivo. Tal campaña terminó en la jornada del 19 en que todos velaban las armas esperando los mejores resultados posibles en una noche de ensueño parecida a la que antaño se imaginara en el film “Bienvenido Mister Marshall”. Luego llegó el 20 y la realidad se dio de bruces con todos y cada uno de nosotros y no digo “nosotros con ella”, porque mucha gente aún no se dan por enterada de lo que ha ocurrido.

Puesto que de tiempo navideño se trataba, lo del día 20 fue como esos dulces de La Estepa, los polvorones, que cuando éramos niños nos comíamos, introduciéndolos de una vez enteros en la boca. Allí, al primer intento, el dulce se rompía, produciendo en los infantes una especie de ahogo y euforia; sensación que pocas veces se repite entre los adultos. Si un adulto intenta comer entero un polvorón, ya es para que se lo haga ver por un especialista, y eso es lo que les pasó a muchos adultos, que se tragaron entero un polvorón y en cuyo descargo no cabe más que recordar la tediosa jornada  de recuento de listas abiertas al senado, y el pesado escrutinio, en general, a consecuencia de los recortes, que también se plasmaron en la reducción del número de mesas electorales practicada ya hace tres elecciones por parte del actual gobierno, hoy felizmente en funciones.

Para mí  aquella jornada electoral comenzó muy temprano, a las 8 de la mañana, escuchando las protestas de un ciudadano designado por sorteo presidente de su mesa electoral. Él, próspero empresario autónomo, lo que hoy se llama un emprendedor, que el lunes tenía que atender sus negocios, quiere usar el domingo para descansar y poder volver a trabajar el lunes; en tanto que opina que eso de las elecciones, lo de estar en la mesa, lo debe hacer un parado; así cobrará la dieta que le corresponda y que él, por supuesto, no necesita.

Intenté explicarle, desde luego sin éxito, que no, que desde mi punto de vista esa actividad es un honor para cualquier ciudadano, como a él le ha correspondido, que él era en ese día nada más y nada menos que el depositario de la soberanía nacional en la jornada, y que eso, como el cariño verdadero, ni se compra ni se vende. Como digo no le convencí, y a lo largo de la jornada el presidente repitió sus quejas  a cada momento.

La jornada se desarrolló sin grandes problemas ni asuntos que destacar en mi crónica, salvo quizá, cómo a las 19,00 hrs. llegaron 4 ó 6 jóvenes con fulares de color morado a anotar los resultados de las elecciones. Ellos eso de estar a pie de urna tomando nota de la evolución de la jornada, no.
Llegado el momento de la verdad comenzó el recuento y pudimos certificar la estruendosa efervescencia de los emergentes, y lo que es más llamativo, el poco castigo que el electorado da al partido del gobierno, ideólogo y ejecutor de la peor política social y económica de los últimos años.

Un ojo puesto en el cuadrante donde íbamos anotando los resultados particulares de nuestra mesa y el otro en la pantalla de nuestro “dispositivo” para ir teniendo puntual noticia de la situación general, finalmente, de reojo, mirábamos al resto de representantes políticos para ver cómo ellos encajaban sus resultados.

Mención a parte requiere el recuento de las papeletas del Senado; éstas son la expresión más próxima a las listas abiertas que muchos propician para todo tipo de elecciones democráticas como si eso fuera la panacea de algo. Por cierto, listas en las que han figurado personalidades como Luis Bárcenas, “El Fuerte”.

En las del Senado pudimos ver casos justificados de libre elección, como papeletas donde alguien ha elegido a tres mujeres, cada una de un partido de izquierdas; esa es una muestra testimonial de una supuesta mujer feminista y progresista, además de coherente. Pero junto a ese caso vimos otros más bien estrambóticos como quien votaba en una sola papeleta a senadores del PACMA  y de VOX. Ante mí aquel votante tiene perfecto derecho a hacer esa combinación, pero difícilmente se podrá explicar el intento. Eso qué es ¿democracia en estado puro o puro antisistema?

Alguien cercano a mí y vinculado al mundo del teatro me decía que el público, como los ciudadanos, es soberano, y acude al teatro cuando quiere y a ver lo que quiere. Hoy yo le doy la vuelta a la frase y digo que los ciudadanos, como el público, son soberanos y votan lo que quieren y como quieren hacerlo. Pero amando tanto como amo el teatro, casi tanto como la democracia, no dejo de reconocer que hay funciones infumables, como infumables son ciertos comportamientos políticos, también entre los ciudadanos. Noche larga esa de las elecciones, soportable gracias al cierto sentido del humor que aún nos queda.

De camino a casa, y luego en ella, la radio va confirmando lo que ya se entreveía y lo que en torno al verano venían a anunciar muchas encuestas demoscópicas; cuatro partidos más o menos fuertes; bajando los dos clásicos y subiendo los dos nuevos. Ese es el panorama.

En aquella misma noche y especialmente en la mañana siguiente los analistas comparten con nosotros sus opiniones con distinto nivel de acierto, desde luego. También comparten con nosotros sus ideas los distintos líderes políticos, y, especialmente entre ellos me producen la misma sensación que cada día tuve durante la campaña. Repiten la estrategia de ir todos a intentar atacar al Partido Socialista Obrero Español y a su Secretario General y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez; el P. P. le reclama “responsabilidad de Estado”, Ciudadanos que no le entregue el gobierno a Podemos y los de este grupo que no otorgue el mando a Mariano Rajoy.  ¿Porqué cada cual no aprende a asumir sus propias responsabilidades?

Me recuerda todo esto al programa de Bertín Osborne en que intervino el Presidente Rajoy en su calidad de candidato, es decir, no plasmado; el presentador sugiere a su invitado que se ponga un delantal para cocinar, no fuera a ser que se manchara y el plasmático presidente-candidato le responde:
- “Bueno, si me mancho le diré a mi mujer que fue por tu culpa”.

Qué gran ejemplo de responsabilidad.

Hay que aprender a asumir las propias responsabilidades, las de cada cual, aunque sea ésta una práctica poco habitual en mucho líderes políticos, y muy notablemente en don Mariano.

El “after” de la jornada electoral ha sido muy peculiar; contrariamente a lo que suele ocurrir, casi ningún partido político se manifestó como vencedor; todos o han perdido o han obtenido mucho peores resultados de los que cada cual esperaba para sí. Esto es así para todos salvo para el alfa, Pablo Iglesias, el cual dio de inmediato una rueda de prensa en la que aparecía casi como inminente Primer Ministro de la Monarquía.

Se acredita esta jornada electoral como aquella en la que se rompió el bipartidismo, lo cual merece alguna reflexión. Es curioso que la antigua Izquierda Unida y la ex-socialista y ex-lideresa de U.P.Y.D. comenzaron hace tiempo a criticar la presencia del bipartidismo en España y sus tremendos efectos tan perniciosos para la democracia. No tengo yo tan cierto para mí que tal bipartidismo existiera. Es decir: De existir el bipartidismo, éste estaría prescrito en algún texto jurídico, por ejemplo la ley electoral, que consagraría dicho sistema como propio del Estado Español, pero no es así; con la misma ley, Izquierda Unida obtuvo antaño, con Julio Anguita, 70 diputados, como hoy tiene tan solo 2. Ciertamente en España ha habido un sistema bipartidista. Lo hubo durante la Restauración Borbónica, y sus efectos los temía hasta el propio Rey. Recordemos aquellas palabras de don Alfonso XII en el lecho de muerte a la buena de su esposa María Cristina, la Regente, conocida como doña Virtudes; “Cristinita, cuídate el coño de Cánovas (del Castillo) y de Sagasta (don Práxedes Mateo)” (sic). Liberales y Conservadores se alternaban en el poder, no tanto por la ley, si no más por un pacto entre caballeros, mientras los del Partido Radical no pintaban nada y habrían de esperar a que sus integrantes fueran definiéndose y obteniendo personalidad propia para llegar a tener peso específico. Era la época del caciquismo, del sufragio censitario, no universal como lo es hoy. Nada que ver con la actual realidad.
Aquí no había bipartidismo ni turnicidad pactada. Lo que había hace unos años es lo mismo que hay hoy, la voluntad popular plasmada en unas papeletas electorales. La misma voluntad popular que ha hecho que quienes comenzaron a protestar por tal bipartidismo sufrieran ahora el mayor descalabro jamás contado. Hace un año ambas formaciones se iban a comer, una por la cabeza y otra por los pies, al P.S.O.E., pero al final  no ha sido así: U.P. y D. ha desaparecido,  Izquierda Unida ha quedado reducida a su mínima expresión.

Han aflorado nuevas formaciones y partidos, aunque no todos son tan nuevos  como aparentan, (Ciudadanos nació hace diez años en Cataluña) y otros son herederos de anteriores formaciones (el B.N.Ga. se ha diluido en las mareas gallegas y éstas después se han integrado en Podemos).

Quien decía durante la campaña electoral que habría de gobernar la formación más votada, ahora que lo han sido, no lo tienen tan claro. Abogaban por el no a los pactos, acuerdos y coaliciones y ahora necesitan pactar, acordar y coaligarse.

El “todos contra el P.S.O.E.” de la por fin conclusa campaña electoral, se repite  nuevamente tras la resaca democrática y el atracón de siglas. Lo cierto es que a aquel supuesto y “viejuno” bipartidismo le ha seguido un hemiciclo de bloques. Veámoslos:
a) el bloque de derechas (P.P., C.`s, D.L., P.N.V., C.C.A.) suma 178
b) el bloque de izquierda (P.S.O.E., Podemos, E.R.C., U.N.P., E.H.) suma 172
c) el bloque constitucionalista (P.P., P.S.O.E., C.´s) suma 253
d) el bloque independentista, nacionalista y pro-consulta (Podemos, E.R.C., D.L., P.N.V., U.N.P., E.H., C.C.A.) suma 97
e) el bloque de los nuevos o renovados (Podemos, C´s, E.R.C, D.L, UN.P, E.H.) suman 130.

Estando establecida la mayoría de los 350 diputados en 176, resulta que, salvo matices los bloque b, d y e no alcanzan tal guarismo, mientras que los bloque a y c son imposibles de conformar. Es decir ya la aritmética parlamentaria propia de la vieja política no es solución a nada, mientras que la nueva política como tal no logra aportar soluciones.

Decían: “Habrá que dialogar”, pues claro, ¿Es que no se ha dialogado casi siempre? Recordemos a mi siempre bien apreciado don Manuel Azaña Díaz. Lo cierto es que no se puede proponer el diálogo sembrando la mesa de líneas rojas ni moradas ni de ningún otro color.

La campaña ha sido demasiado larga, (realmente desde las europeas estamos en campaña), demasiado mediática, y por lo tanto muy metida en la intimidad de las casas. Demasiado agria, en suma, retórica en exceso. Los líderes se ven en la obligación de salir a la palestra cada día, ¡con lo bueno que es para ellos y para todos que descansen de cuando en cuando!

En la pragmática Alemania ya se habría formado la “Gran Coalición”, en la Republicana y presidencialista Francia ya estaría en marcha la segunda vuelta (recordemos la gran generosidad de los socialistas franceses apartándose de la contienda electoral para evitar el triunfo del fascismo Lepenino).

España es diferente porque así la definió Fraga Iribarne. Aquí un candidato comisionista mantiene su puesto en la candidatura y los ciudadanos lo votan y sale aforado. En cualquier otro país, incluso en el nuestro propio, un partido decente hubiera retirado sin más la candidatura al completo. Si malo es que el P. P. mantenga esa candidatura en la provincia de Segovia, peor es que los ciudadanos lo voten.

Queda mucho trabajo por hacer, hay muchas posibilidades abiertas, siendo la menos deseable la repetición de las elecciones.

Hay que resolver la cuestión territorial de España, es decir, lo de Cataluña, pero ésta no ha de ser la principal preocupación de los españoles, ni de los catalanes, ni la más importante, ni la prioritaria. La reforma constitucional y la solución de graves problemas sociales, económicos, laborales, eso es lo urgente y lo importante.

Cada partido debe tomarse en serio su verdadera regeneración: una persona un cargo; a lo sumo un cargo orgánico y uno institucional; esta suerte de pluriempleo, aunque sea legal, incluso ético, no es estético, ni creo que sea eficaz. Se ha de eliminar cualquier síntoma, por pequeño que fuera de corrupción. Se ha de explicar  con claridad lo que se propone para el futuro del Senado y de las Diputaciones Provinciales y otras instituciones; para mí ambas deben existir, debidamente reformadas y adecuadas al momento actual, pero se ha de explicar, para que la ciudadanía sepa realmente cuales son sus cometidos.

Desde el dolor que me causa comprobar que el mensaje de mi partido no ha calado en la población y que no hemos conseguido una mayoría cualificada que permita  gobernar el país en beneficio de la gente. Creo que estamos en un momento sumamente interesante, el momento de la política, del verdadero diálogo, del progreso. Si ahora no avanzamos, estaremos retrocediendo.

El artículo de hoy nos lo envía nuestro buen amigo José María Nogales Herrera al que recientemente hemos dedicado nuestra entrevista ciudadan. Sin duda un buen punto de partida para la reflexión política en estos día inciertos, independientemente de cada una de nuestras posiciones políticas. Muchas gracias, Chema.