SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 6 de enero de 2016

Foto de Albert Bertrán para El Periódico. 
Inés Arrimadas, de Ciutadans, reclama nuevas elecciones tras los resultados del 27-S

¿POR QUÉ ESTAMOS CONDENADXS A NUEVAS ELECCIONES GENERALES?

Escribimos esta pequeña reflexión consternadxs por el nuevo asesinato machista de una mujer de 33 años en Galápagos, Guadalajara. El serial macabro de crímenes machistas en España bien merecerían un gran pacto de Estado, si bien detectamos que muchos sectores conceden poca importancia al asunto, bien sea por desidia o por desesperanza. No habría que permitirse perder un día en demostrarnos a nosotrxs mismos que somos capaces de acordar medidas urgentes y, otras más, estructurales, para combatir esta lacra social que afecta a nuestro país.

Elecciones en mayo: ¿algo inevitable?

¿Qué gobiernos pueden formarse?
Analicemos los posibles pactos de gobierno desde diversos planos: el sentido que tienen y sus posibles objetivos.

La Gran Coalición por pasiva: Gobierno del PP con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE. Parece el acuerdo predilecto de los supervisores externos y de quienes ostentan el poder económico y mediático en España, en buena parte porque es el único que hace posible que gobierne su opción política: el Partido Popular.

¿Qué políticas produciría?
Se dulcificarían ajustes sociales practicados por el PP en esta legislatura pasada, se retornaría al Pacto de Toledo, se derogaría los aspectos más abusivos de la Reforma Laboral y se abordarían ligeras bajadas fiscales como el IVA cultural. Sería un gobierno interino que podría concluir en un Referéndum con una reforma de la Constitución en 24 meses.

¿Qué sentido tendría para los firmantes?
Para el PP sería controvertido. Apuraría el mandato de Rajoy que no sería posteriormente candidato. Gobernaría haciendo lo contrario que en los últimos años (en fraude a sus votantes a quienes aseguró que eran políticas irremediables) pero con la certeza de que tras las elecciones de 2018 alcanzaría un mejor resultado y que podría presentarse como el recuperador de la economía y de algunos derechos sociales. Quedaría demostrado que los hachazos al Estado del Bienestar entre 2011 y 2015 no tuvieron sesgo ideológico sino que eran imperativos derivados de la crisis y de la gestión socialista. Además, la unidad de España validaría este acuerdo con el tradicional adversario ideológico.
Para Ciudadanos evitaría su gran amenaza: la convocatoria electoral y una factible pérdida de respaldo en favor de, su hermano mayor, el PP. En cualquier caso Ciudadanos hará lo que le pidan los principales resortes económicos del país y su participación en las decisiones sería de menos calado que la del PSOE. Su única condición es que no se vaya Rajoy para que Rivera siga pareciendo regeneración conservadora al lado de un líder desgastado y sobrecogido por tantísima corrupción en su entorno.
Para el PSOE el acuerdo podría conducirle a la muerte. Tras hacer campaña prometiendo acabar con las políticas del PP, terminar alzando a su rival bajo la premisa de mal menor sería un formidable ejemplo de incoherencia en una formación que ya adolece de falta de crédito entre sus tradicionales votantes. A pesar de que la influencia del Partido Socialista sería mayor en las políticas y que podrían alcanzarse algunos objetivos ideológicos de gran entidad, estaría preso de una esquizofrenia permanente, ya que sería a la vez el principal promotor de un gobierno y querría ser su principal oponente. Creo que constituiría un fraude a la palabra dada. 

¿Cómo se explicaría a sus votantes?
Los votantes del PP ya están en esa lógica. Con los resultados actuales es la única fórmula que permite a su opción gobernar. Los de Ciudadanos, mayoritariamente encantados. Todo lo que sea evitar la inclusión en el panorama de fórmulas disolventes o de opciones que amenacen el estatus quo suele ser coherente con los valores de este partido. Su única fisura es conciliar el concepto de “nueva política” y de acuerdo con un partido con tanta corrupción como es el PP. Los votantes socialistas huirían en masa hacia Podemos o cualquier opción de izquierdas que se enfrente a ese gobierno del PP permitido por el PSOE.

¿Es, por tanto, viable?
No. El PSOE no puede engañar así a sus votantes. El PP puede perfectamente hacerlo, y Ciudadanos tiene menos que perder que nadie, pero el PSOE ni quiere ni puede, y por tanto no se hará. Es muy discutible, además, que fuese provechoso para España en el medio plazo, porque le privaría al país de disponer de dos modelos ideológicos distintos con vocación mayoritaria.

El frente amplio de izquierdas con permiso de parte de la derecha: Investidura de Pedro Sánchez con el voto favorable de Podemos e IU y la abstención de Ciudadanos. Pacto para que haya gobierno pero condenado a no aprobar leyes y a depender del PP para conseguir el objetivo de la Reforma Constitucional.

¿Qué políticas produciría?
Con suerte conseguiría nombrar Consejo de Ministros, pero seguro que a la hora de elegir secretarios de Estado ya estaríamos con tensiones. Minoría en Congreso para cualquier decisión y minoría (muy minoritaria) en el Senado. Podemos y Cs pondrían como condición la reforma de la LOREG, difícil de aceptar por el PSOE si lo que se busca es la desaparición de las circunscripciones territoriales y que el PP bloquearía. Se derogarían las leyes más lacerantes del PP pero no habría paquete de medidas legislativas que las pudiesen remplazar. Podemos debería renunciar a los referéndum de autodeterminación que han estado predicando. Un año de plazo y a elecciones generales hacia un gobierno de mayoría absoluta del PP posiblemente.

¿Qué sentido tendría para los firmantes?
Para el PSOE evitar nuevas elecciones y consolidar el liderazgo de Pedro Sánchez. Prácticamente nada más.
Para Podemos carece de toda lógica política, y generaría un sinfín de problemas internos que conllevarían la fractura inevitable de su formación, al menos en Cataluña, Galicia y el País Vasco.
Ciudadanos evitaría elecciones, pero al alto precio de ser fagocitados por el PP en unos meses.

¿Cómo se explicaría a sus votantes?
A los del PSOE como una obligación derivada del resultado, como una oportunidad para cambiar todo lo malo hecho por el PP. A los de Podemos como el intento de acelerar algunas reformas y dar una oportunidad al PSOE para que demuestre que no es igual que el PP. A los de Ciudadanos búsqueda de estabilidad, la única posible, al frustrar el PSOE la investidura del PP.

¿Es, por tanto, viable?
No, y no saldrá. Sólo le interesa a una parte del PSOE, la que crea que es mejor gobernar de esta manera aventurera que someterse a unas inciertas elecciones que pudieran conllevar cambio de cartel electoral.

Izquierdas y nacionalistas para provocar elecciones en un año: Voto a favor de la investidura de Pedro Sánchez de socialistas, podemitas, nacionalistas vascos y catalanes y de Izquierda Unida. Pacto social sin concesiones territoriales (excepto las económicas que pueda hacer el gobierno) a cambio de pacto en Cataluña y de avalar (pero no conseguir) un futuro referéndum de autodeterminación en Cataluña (y, posteriormente en País Vasco y quizá en Galicia)

¿Qué políticas produciría?
Derogatorias de las leyes más perniciosas de Rajoy, y poco más. Su objetivo es convocar elecciones en un momento más propicio para la izquierda y presentar al gobierno como un Directorio provisional.

¿Qué sentido tendría para los firmantes?
Para el PSOE blindar a Pedro Sánchez, derogar algunas leyes del PP y poco más. Para Podemos y Nacionalistas poder encontrar un gobierno con más sintonías que con el PP, con el riesgo de reforzar a su adversario en futuros comicios.

¿Cómo se explicaría a sus votantes?
A los del PSOE como una obligación derivada del resultado, como una oportunidad para cambiar todo lo malo hecho por el PP. A los de Podemos como el intento de acelerar algunas reformas y dar una oportunidad al PSOE para que demuestre que no es igual que el PP. A los de las opciones nacionalistas como un mal menor.

¿Es, por tanto, viable?
No, y no saldrá. Y menos con elecciones catalanas en medio de las sesiones de investidura.

Nos abocamos a elecciones entre mayo y junio con absoluta certeza. Lo que queda por definir es quiénes son los responsables de esta reedición electoral, cuáles son los carteles y el resultado final, si bien nuestro pronóstico es que si PP y PSOE cambian de candidatos podrían mejorar sus respectivos resultados.

Abrimos el Año Arrebolero con este diagnóstico electoral que nos ha hecho llegar Paquita Franco. No se suele equivocar mucho en sus análisis, así que lo leemos con mucha atención. Muchas gracias, Paqui.