Hacer realidad una democracia participativa es la clave que nos permitirá
avanzar en todo lo demás. Es cierto que el panorama político está cambiando,
que se abren nuevos escenarios, más diversos y dinámicos. Pero no nos
engañemos, el cambio no vendrá si la democracia, para una mayoría, sigue
consistiendo en delegar los asuntos que son de toda la sociedad en un solo
sector: ¡La clase política!
Candidatos de sonrisa permanente, propuestas de ensueño, debates que se
quedan en la superficie…¡es el circo electoral! La perversión de la democracia llevada al extremo. Poco
importan la corrupción, las puertas giratorias, los lobbies empresariales, el poder financiero al que
sucumbe la política… Que no, que no nos vale, la democracia
representativa se nos ha quedado corta: ¡Queremos más!
Una sociedad madura
Cualquier periodo electoral tiene otra cara, la de una sociedad viva que,
desde todos los sectores imaginables, da forma a las alternativas por las que
viene trabajando:
1. Las principales organizaciones
ecologistas (Amigos de la Tierra , Ecologistas en Acción, Greenpeace,
SEO/BirdLife y WWF) hacen hincapié en el vínculo inseparable entre sostenibilidad
ambiental, justicia social y creación de empleo. Más allá de problemas
ambientales puntuales, apuntan hacia la transformación del sistema en su
globalidad.
2. La Plataforma por la Justicia Fiscal pone el acento en medidas
sobre fiscalidad que luchen contra la desigualdad y garanticen un sistema
tributario equitativo, eficiente y justo.
3. La Plataforma Rural reclama un gran pacto político
para garantizar
el futuro del medio rural y la soberanía alimentaria, contemplando
medidas en todos los ámbitos, desde sanidad, vivienda y educación, al acceso a
la tierra, la agricultura sostenible, la gestión del agua o el fomento de
empresas y mercados locales, entre otras.
4. La Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS)
recopila sus propuestas
en torno a una economía más justa, democrática y sostenible, buscando
reorientar políticas sociales y económicas para favorecer un desarrollo humano
y ambientalmente sostenible.
5. CEAR- Comisión
Española de Ayuda al Refugiado presenta
propuestas políticas para la protección
de las personas refugiadas en España.
6. Desde la Coordinadora Estatal de Comercio Justo se
plantea la insostenibilidad de un comercio internacional que
pone por encima de las personas y del medio ambiente el beneficio económico de
las grandes empresas. Se hace también hincapié en la necesidad de impulsar
la Compra Pública Ética.
7. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) concreta
un listado demedidas
para garantizar el derecho a la vivienda y poner fin a los desahucios
y la pobreza energética.
8. La campaña Blinda tus
Derechos, puesta en marcha por Amnistía Internacional, Greenpeace y Oxfam
Intermón, pide una reforma de la Constitución que garantice el mismo nivel de
protección para todos los derechos (algo que no ocurre en la Constitución de
1978).
9. La campaña No al
TTIP, que agrupa a cientos de organizaciones sociales, redobla sus
esfuerzos para romper el oscurantismo que rodea a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión
Europea (TTIP), interpelando a los partidos políticos sobre un Tratado cuya
aprobación tendría nefastas
consecuencias.
10. La Plataforma
por un Nuevo Modelo Energético (Px1NME), trabaja para conseguir
un sistema energético sostenible, menos contaminante, y menos contaminado de corrupción y puertas giratorias.
Este miércoles
pre-electoral hemos querido subir este oportuno artículo de la activista y bloguera
M ª Luisa Toribio @MLuisaToribio, Un viaje hacia
el activismo para intentar tomar un poco de distancia de las palabras de
los partidos y coger aire pensando en propuestas que incorporan cada uno de sus programas para ver que compartimos de esas visiones. Luego ya el domingo, la cosa volverá a ser de los partidos y de las
promesas cumplidas e incumplidas. Elegid bien cual será nuestro destino como
sociedad durante los próximos 4 años.