SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 21 de mayo de 2014


VOTARÉ CONTRA LA TROIKA

Queda menos para la cita electoral europea del 25 de mayo. El clima en las calles es muy frío, con escasa asistencia a los diferentes actos de las distintas opciones, nada más y nada menos que 39, que concurren a los mismos en el Estado español, por lo que se ve plural a tope. Y con previsiones, en todos los estudios sociológicos hasta ahora conocidos, de baja participación, superando los niveles de abstención de 2009 (54%) y de 2004 (54,9%).

Estos días he recibido numerosos correos electrónicos de amigos y amigas solicitándome el voto para esta u otra candidatura. Incluso uno pidiéndome abiertamente la abstención. En ellos me exponen las razones que justifican el voto a las mismas (o los motivos para la huida de las urnas) en el camino de superar las actuales circunstancias: los recortes, el paro, el empobrecimiento, la pérdida de derechos y la degradación de la democracia.

Incluso alguno plantea la necesidad de votar pero matiza que recomienda hacerlo “por cualquier opción que no sea PP/PSOE”. Es decir, que incluye en las recomendaciones de voto a las diversas planchas que la extrema derecha presenta en esta ocasión (Vox, Falange Española y de las JONS, Democracia Nacional, Movimiento Social Republicano o Impulso Social). Tonterías, las justas.

Otros lo hacen señalando que la suya, la que ellos apoyan o de la que ellos forman parte directamente, es la “única alternativa” para cambiar las cosas. Expresión que me desazona y que confirma que no conocen las otras alternativas, algunas tremendamente coincidentes con la suya. O, al menos, muy similares en aspectos esenciales.

Como me desmoraliza el hecho de ese creciente fraccionamiento partidario en el que influyen sectarismos varios y la presencia, también, de destacados personalismos, de viejo o de nuevo cuño. Y que hará que cientos de miles de votos progresistas no se transformen en escaños sino en frustración, una más.

Populismos

Pese a ello, pese al panorama sombrío, la desunión y las escasas perspectivas de cambio que se abren en esta Europa conservadora y en la que todo indica que crecerán en su Parlamento los populismos xenófobos y racistas, tengo decidido acudir a mi colegio electoral en la mañana del domingo 25 de mayo. No sé si lo haré acompañado de mi hijo de 18 años que, por primera vez, está convocado a las urnas, pero que no ha decidido aún qué hacer con su voto.

A estas alturas tengo claro a quién no daré mi voto, por supuestoDescartadas por completo quedan todas aquellas organizaciones que defienden, con mayor o menor entusiasmo, las vigentes e injustas políticas de recorte y austeridad, en el Estado o en las distintas nacionalidades y regiones; las que abominan de lo público y ponen a la macroeconomía y a los mercados por encima de los derechos de las personas.

Así como las que pretenden una regresión en el modelo autonómico, apostando por un mayor centralismo, aunque este no sea el ámbito en el que pueden tratar de plasmar esos objetivos. Igualmente, no apoyaré en ningún caso a los proyectos que destilan una profunda demagogia o que están fundados en personalistas egos o en telepredicadoras conductas.

O los que se olvidan de las especiales circunstancias de una comunidad, como la Canarias en la que vivo, situada muy lejos del continente europeo y en la que es mucho más caro producir, así como muchos más costosos los servicios públicos (centros educativos y de salud, hospitales…) diseminados en siete territorios, ocho si incluimos a La Graciosa.

Valor limitado

Aunque pueda parecer extraño, siento simpatía por organizaciones y por personas que se presentan en distintas planchas electorales. Eso me lo pone un poco más difícil. Al final me quedan dos o tres opciones políticas y, definitivamente, me decidiré por una. Sé el valor limitado de mi voto que sólo se hace más grande cuando se junta con otros.

Sé, también, que las posibilidades de que en España triunfen listas transformadoras es casi una quimera en estos momentos, por el nivel de conciencia, la baja organización y la elevada fragmentación partidaria. Pero considero que en el silencio, en la pasividad, en el “no va conmigo” es en lo que no se puede depositar, ni hoy ni mañana, la menor esperanza. 

El 25M, superando decepciones, con dudas y certezas, votaré contra la Troika.

Este miércoles contamos de nuevo con un artículo de Enrique Bethencourt, a Enrique algunxs de lxs que os movéis por la redes sociales ya le conoceréis, para aquellxs que no sepáis quién es, os dejamos una breve reseña para que os animéis a seguir los interesantes artículos que publica periódicamente.

Periodista canario que desarrolla su tarea profesional en distintos medios (radio, prensa y televisión) de las Islas. Licenciado en Ciencias de la Educación y master en Periodismo, está especializado en temas educativos y muestra especial sensibilidad por los asuntos referidos a servicios públicos y derechos y libertades. En los años ochenta obtuvo el premio nacional del Instituto de la Mujer al mejor tratamiento de la imagen femenina en prensa. Ha impartido numerosos cursos en las universidades canarias sobre medios y educación o la violencia en los medios. Actualmente es subdirector del programa de radio El Espejo Canario y colaborador habitual del espacio de debate El Envite, de la Televisión Canaria. Desde hace unos años mantiene el blog La Tiradera, absolutamente independiente de cualquier medio, con artículos de los más diversos temas (política, educación, fútbol, etcétera). Uno de ellos, ‘445.568 políticos y tres piedras’, publicado a mitad de 2012, ha registrado más de 60.000 entradas.

Muchas gracias por tu colaboración, Enrique.

Podéis seguirle en Twitter: @EnriqueBeth