SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 9 de octubre de 2013


YO, SOY POLÍTICA/O

Recientemente hemos podido ver en televisión como una conocida marca de refrescos reivindicaba el papel de los políticxs. De todxs aquellos politicxs que se dedican a esta labor sin recibir prestación económica por ello, de lxs que tienen que compaginar su actividad política con su trabajo, de lxs que no cobran dietas, ni tienen asesores, ni secretaríxs, ni coches oficiales. De aquellxs que gastan su propio dinero para comprar material de oficina para el Ayuntamiento de su Municipio o de lxs que se pasan un fin de semana barriendo las calles de su pueblo. De aquellxs que en estos tiempos tienen que decir con la boca pequeña: Yo, soy política/o.

Hace seis años decidí dedicarme a la política de una manera más activa, comprometerme con mi pueblo, y presentarme a unas elecciones municipales con la esperanza de que mis vecinos depusieran su confianza en mí para gestionar su Ayuntamiento. Y tuve la gran suerte de que así fue, y desde entonces trato de defender los intereses de cada uno de ellos desde nuestro Ayuntamiento.

Siempre he tenido claro que, en Política, ganar unas elecciones no significa llegar a la línea de meta, sino cruzar la línea de salida. La Política es un compromiso con el pueblo, con la sociedad, que es el que te ha elegido, y sobre todo un compromiso con tus ideas. La Política es una herramienta para transformar la realidad que tenemos alrededor, para crear un mundo mejor, más igualitario, más justo.

Pero de un tiempo a esta parte, los oídos se nos han acostumbrado a escuchar eslóganes que denuestan la Política y, sobretodo, a los hombres y mujeres que se dedican a ella: los Políticxs.

Incluso yo misma, que, humildemente me dedico a la Política, algunas veces me escandalizo por comportamientos llevados a cabo por personas electas, personas que ocupan cargos de asignación directa, o, lo que es más gravoso, que ocupan cargos designados por la gracia divina (véase, la Familia Real).

Pero sobretodo, lo que más me indigna es la impunidad tan evidente de la que todavía gozan demasiadas personas en este País. Es en esos momentos cuando no puedes evitar plantearte si todo el esfuerzo merece la pena, cuando ves imposible que se cumpla ese anhelo de un mundo justo.

Y solo queda apretar los puños, cerrar los ojos y contar hasta diez.

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10

Y abrir los ojos, aflojar los puños y darte cuenta que, a pesar de la situación tan difícil que estamos viviendo en la actualidad y, sobretodo, a pesar de que la palabra “Política” esta tan y tan desgastada, las personas seguimos utilizando esta herramienta, aunque lo disfracemos de otra cosa.

Todxs utilizamos la Política de un modo u otro. Lo hacemos cuando, a través de Asociaciones Culturales, organizamos un acto con niñxs en un pueblo. O cuando formamos parte de las AMPAS en los colegios. Cuando vamos a una manifestación o secundamos una huelga. O si firmamos en defensa de una Educación o una Sanidad públicas y de calidad. O si nos reunimos en una plaza para hablar de los problemas que nos atañen a todxs. Incluso cuando defendemos una ILP en el Congreso de los Diputados contra la estafa de las hipotecas y los consiguientes desahucios. Todxs somos agentes políticos.

Tengo claro que lo único que le hace falta a nuestra sociedad para seguir avanzando hacia adelante en igualdad es el compromiso de cada uno de nosotros y de nostras. Si todxs somos políticos, todxs tenemos el derecho y el deber de actuar con responsabilidad hacia el resto de la sociedad.

Podemos seguir apretando los puños, podemos seguir cerrando los ojos y contando hasta 10. Una y otra vez. Podemos poner las etiquetas que queramos a nuestros actos. Podemos renegar de algunas prácticas que llevan a cabo algunxs, la minoría, de nuestrxs políticos.

O podemos abrir los ojos a la realidad que nos rodea, podemos observar como hay personas que llevan muchos años trabajando desinteresadamente sin recibir un salario, perdiendo horas de estar con su familia y amigos, mientras el pelo se le llena de canas por la preocupación de no poder hacer nada mas por su pueblo. Podemos levantarnos, colaborar, comprometernos.

Y decir alto y claro: Si, yo también soy política/o

Sara Simón es la ciudadana que nos ha enviado este artículo que tenemos el gusto de subir hoy a nuestro blog como cada miércoles. La reseña será breve pero intensa. Creemos que Sara no va a dejar de crecer nunca políticamente porque nunca podrá abandonar su condición de ciudadana, por cómo es ella. Esto no lo pueden decir "algunxs políticxs" hoy en día.