SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

viernes, 16 de octubre de 2015


¿MENTIMOS EN LAS ENCUESTAS?

Cada vez que se publica un barómetro de opinión surgen las discusiones sobre la credibilidad de sus resultados, especialmente si se trata de sondeos electorales. Se cuestiona la metodología y se establecen dudas sobre su rigor y los mayores o menores grados de cocina para llegar a los resultados presentados a la opinión pública. Ocurre ahora con la subida exponencial de Ciudadanos que se produce en medio, es cierto, de una impagable campaña mediática a favor de los de Rivera.

En muchas ocasiones las descalificaciones se manifiestan en torno a la fiabilidad que demos a la empresa demoscópica, la línea editorial del diario que los publica y, sobre todo, en función de si los datos favorecen o no a los partidos hacia los que mostramos mayor simpatía.

Por eso, mucha gente no podía creer que el PP, a pesar de sus políticas ultraconservadoras, de la LOMCE, la Ley Mordaza, la reforma laboral, los ataques contra los derechos de las mujeres o los casos que afectan a Rato, Bárcenas y a casi toda la cúpula valenciana, siguiera en cabeza en las encuestas de unas hipotéticas generales.

Sin embargo, las autonómicas y locales de mayo confirmaron que, al menos hasta entonces, era el partido con mayor apoyo ciudadano. Y es probable que hasta las catalanas continuara siéndolo; seguramente, estas marcaron un punto de inflexión, por el grado de descalabro de los de Rajoy y la vía de agua que Cs abre entre su electorado, que empieza a percibirse en algunos barómetros y que confirmarán próximos sondeos.

El panorama político-electoral puede estar hoy más abierto que nunca. Con el PSOE y PP luchando por meterse en la pole. Y Cs y Podemos peleando por el tercer puesto en la parrilla de salida. Con varias claves: quién quedará primero y, por tanto, con más opciones para liderar un Gobierno; y, asimismo, quién o quiénes cuentan con más posibilidades para ser socios de un Ejecutivo que no lo tendrá nada fácil para disponer de una sólida mayoría parlamentaria.
Y en esa carrera tan disputada los sondeos electorales no son nada inocentes. En la última del CIS para Canarias, publicada la pasada semana, un 12,4% de la muestra reconocía que las encuestas habían influido mucho o bastante a la hora de decidir qué hacer con su voto en las pasadas autonómicas y locales de mayo.

Exageración

Pero, al margen de las tendencias y las cocinas, les quería plantear otra reflexión: ¿mentimos en las encuestas? Considero que la mayoría de la gente expresa libremente, en un ámbito de privacidad, sus preferencias políticas, aunque en algunas ocasiones un número importante de encuestados, por distintas razones, pueda optar por silenciar cuál va ser su voto.

Aunque hay circunstancias que no me cuadran. Me ha ocurrido estos días analizando el CIS postelectoral de la Comunidad Canaria. Y no en el ámbito político-electoral, sino en el de la participación social de los ciudadanos y ciudadanas de las Islas. Un 21,1% afirma pertenecer a algún colectivo, desde partidos políticos a colectivos ecologistas, pasando por asociaciones culturales o deportivas.
Me generan dudas algunos datos, entre ellos ese 30,5% de la muestra que asegura formar parte de una asociación de vecinos, ya quisiera el movimiento vecinal disponer de semejantes apoyos. Pero demos el dato por bueno, aunque me cuesta creerlo.

Y ya me quedo completamente estupefacto al conocer la participación en materia educativa, concretamente en las asociaciones de padres y madres. Según el CIS, un 7,8% dice estar afiliado a un AMPA. Pero desmenuzando aún más los datos, el barómetro señala que un 10,1% son hombres, duplicando ampliamente la participación femenina, que apenas alcanza el 4,4%.

Conozco bien este sector y he participado en charlas y cursos con integrantes del mismo y mi percepción es justamente la contraria: las mujeres triplican la presencia respecto a los hombres. De ser ciertos los datos del CIS estaríamos ante un terremoto sociológico de enormes consecuencias que yo, al menos, no he percibido. Aunque, eso sí, se produce una paradoja que refleja bien nuestra sociedad: el porcentaje de madres en las AMPAS es mucho mayor, en Canarias y en el Estado, pero las presidencias de las Federaciones y Confederaciones siguen estando mayoritariamente en manos masculinas..

El artículo de este miércoles nos lo ha hecho llegar nuestro amigo Enrique Bethencourt, para quienes nos leéis habitualmente su nombre ya os resultará conocido al haber subido a nuestro blog en más de una ocasión algún artículo suyo. Si no es este el caso y os ha gustado, podréis seguirle a través de las redes sociales  y su propio blog donde habitualmente sube artículos de reflexión y análisis tan interesantes y oportunos como este, relacionados con la política y la actualidad social. Muchas gracias, Enrique. Ya sabéis como dice este temazo: el equilibrio es imposible ;)