SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 1 de abril de 2015


DÍA ELECTORAL DE LA MARMOTA EN GUADALARA ¿O NO?

Hace ya cuatro años que los ciudadanos de Guadalajara votamos por última vez, es de nuevo tiempo de reflexionar sobre si este tiempo transcurrido ha cumplido con nuestras expectativas, se ha acercado a ello, o simplemente estamos aún más lejos de cumplirlas.

Es cierto que las ciudades, salvo en tiempo de guerra, ni se crean ni se destruyen en cuatro años, las dinámicas son a más largo plazo, pero el caso es que cuando existen problemas el no atajarlos, el mirar para otro lado, nos puede llevar a acabar como Macondo en la gran “Cien años de soledad”, una ciudad de espejismos que desaparece barrida por el viento y el polvo. 
               
Sí, se que exagero, que Guadalajara permanecerá, pero ¿cómo?, ¿abúlica y lastimera u orgullosa de sí misma?.

En los cuatro últimos años hemos asistido a hechos que nos indican el camino escogido por nuestros representantes, tanto a nivel local como autonómico y siempre amparados en la sacrosanta palabra “crisis”. Un teatro que cerraron sin ninguna justificación los que ahora lo “reabren” en época pre-electoral, un centro con más huecos vacíos que habitantes -ahí sí que parece haber llegado la destrucción o el olvido-, una Universidad cada vez más tardía y lejana en su ampliación, una reindustrialización inexistente, una ampliación de hospital que se quedó en esqueleto...

Sinceramente, esta no es la ciudad en la que yo crecí, en un tiempo en que también había una crisis económica, una ciudad que en los 80 tenía una vida cultural y festiva que hacía que la gente del Corredor viniera aquí, en vez de ver la diáspora de alcarreños que se produce ahora hacia Alcalá o Torrejón. No había Teatro Buero Vallejo, pero estaban el Moderno y el Coliseo Luengo para ver cine, teatro, conciertos, de primer nivel mundial a precios asequibles a todos. La noche rebosaba de fiesta, la gente vivíamos con alegría pensando en el futuro, el paro, que nadie se engañe, era parecido al actual, pero tanto los sueldos, las prestaciones por desempleo y la esperanza en el futuro y las posibilidades de encontrar trabajo eran infinitamente mayores que ahora.

Por favor, que alguien nos explique por qué hemos perdido la alegría, por qué nos han robado hasta la esperanza...

Hay crisis ahora, y entonces también. La diferencia estriba en que entonces había al frente políticos que pensaban en el bienestar de sus ciudadanos, mientras que ahora solo piensan en cuadrar sus cifras, como meros contables.

Hacen falta políticos que luchen por revitalizar el Casco Histórico, para que en vez de solares vacíos haya viviendas y ciudadanos, para que en vez de edificios públicos cerrados haya ampliación de la Universidad, servicios a la ciudadanía, cultura, hacen falta políticos que quieran crear riqueza a través del desarrollo del Polígono del Ruiseñor, a través de iniciativas de la Universidad y de la instalación de nuevas empresas, hacen falta políticos que acaben la ampliación del Hospital porque es necesario socialmente y una locura económica el tener el esqueleto parado durante cuatro años, y sobre todo hacen falta políticos que quieran resolver los problemas más graves de sus ciudadanos en su vida diaria, que asesoren en la búsqueda de empleo y que creen Planes de Empleo, asesorías para las personas en peligro de desahucio, ayudas para las familias y personas en riesgo de exclusión o que ya están directamente en la pobreza...

Han pasado cuatro años y es hora de reflexionar y decidir con nuestro voto qué queremos que se haga con nuestra ciudad, con nuestra Región, en definitiva, cómo queremos que se desarrollen nuestras vidas.

Este miércoles pre-electoral, nuestro artículo de la semana se lo tenemos que agradecer a un compañero arrebolero que lo tiene muy claro, Joaquín Frías. Los políticos no vienen de marte, se encuentran entre nosotrxs: la ciudadanía, con nuestras virtudes y defectos. Las “marcas electorales” y los programas (si es que se llegan a realizarse) aportan una cierta garantía ideológica pero la política concreta la determina quién la desarrolla o no, personas con rostro y apellidos que son presas de sus propias decisiones con aciertos y errores, más si cabe en unas elecciones locales. Esta obviedad parece que se va diluyendo en este nuevo mundo político del telemarketing que nos ha tocado vivir. Por esta razón, en momentos de tanta incertidumbre conviene recordar un par de dichos del refranero que de vez en cuando desempolvan nuestras abuelas: “ni tanto ni tan calvo” y que “Dios nos pille confesados”.  Votad bien y elegid mejor. Gracias, Joaquín.