No podíamos dar
crédito a las palabras de uno de los abogados de Cristina Infanta, Jesús María
Silva, cuando hace un mes afirmaba su total convencimiento de la inocencia de
su defendida, que "pasa obviamente por su fe en el matrimonio y el amor
por su marido". La
Infanta acababa de ser imputada por el caso Nóos. El
argumento del “amor” fue
reiteradamente expuesto por este letrado hasta el punto que muchos pensamos que
se nos estaba tomando el pelo –como es habitual-,pero que nunca iban a
esgrimirse tales argumentos en algo tan serio como debería ser un juicio.
Llegó el momento el 8 de febrero. El juez Castro, la única persona decente en todo este proceso, ha soportado todas las presiones impensables. Su integridad se ha mantenido firme pese a los improperios de personajes del mundo judicial y fiscal y de algunos indecorosos medios cavernarios. En la ciudad de Palma las medidas de seguridad alcanzaron límites insospechados para mantener la “protección” de
El circo se ha consumado. El bufete de los prestigiosos abogados, con Roca Junyent al frente -aquel 'padre' de
El esposo, "objeto de esta locura de amor", todo un
primor. Imputado, junto a su socio, por la Fiscalía Anticorrupción
por malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blaqueo de
capitales. Millones de dinero público, nuestro, en sus bolsillos y
evadidos a paraísos fiscales. La "tapadera" para blanquear el dinero
del Instituto Nóos, una ONG para niños discapacitados. Difícil una mezquindad
mayor.
La burla propiciada a los ciudadanos españoles difícilmente tiene parangón. Las consecuencia deberían ser proporcionales al escarnio sufrido durante demasiados años.
La burla propiciada a los ciudadanos españoles difícilmente tiene parangón. Las consecuencia deberían ser proporcionales al escarnio sufrido durante demasiados años.
En la "modélica" Transición se produjeron una serie de engaños a los españoles, ansiosos de alcanzar
Hora es de que la ciudadanía tenga voz y voto en algo tan importante como
Aunque solo fuera por este motivo, que es esencial, la República será siempre el paradigma a seguir. La voluntad de la ciudadanía debe prevalecer sobre cualquier otro ejemplo de privilegios. Es decir, una sociedad en que el poder emerja de abajo arriba, nunca al revés, como ahora estamos padeciendo.
Y esto debe aplicarse, por supuesto, al funcionamiento de los partidos políticos. Fuera aparatos, y plena participación ciudadana en el que hacer político. Todo lo que no sea el establecimiento y práctica de una democracia real devendrá en pura caricatura.
Este miércoles le hemos pedido a la ciudadana Mª
Dolores Amorós que nos prestase su artículo subido este domingo a su blog porque
tras la sensación de paripé que se nos ha quedado a algunos tras las
conclusiones de la declaración de la
Infanta considerábamos necesaria una reflexión como esta. Nos
asombra escuchar y leer como el mismo sábado por la tarde, la mayoría de medios
ya daban como noticia los años que la fiscalía pediría una serie de años
acumulados por distintos delitos a Urdangarín y una simple multa que se pediría
para la esposa que no sabía nada pero la tiempo se lucraba. Sin más, os presentamos
a María Dolores Amorós. Ella es licencia en Filosofía y Filología Española,
además de Catedrática de Lengua con una tesis centrada en el trayecto lingüístico
de Valle-Inclán. Reparte su tiempo lo mejor que puede entre sus clases y
departamento, su familia y sus escritos. Publica habitualmente en Nueva Tribuna
y en El plural. Comprometida con la Izquierda , en la actualidad sin carnet de ningún
partido político. Incompatible con el fascio. Trabaja, dentro de sus
posiblidades, por conseguir nuestros derechos hurtados y lograr una Democracia
real. Colabora en conferencia y foros diversos en temas de su materia y políticos
(es su pasión). Su blog, Pensamientos en Libertad, está inmerso, además, en Unión de Blogueros Progresistas (UBP)
por solicitud de sus miembros.