CIS, CRUDO O
COCINADO
¿Datos precocinados
o no?
¿Continuismo con lo que señalan la práctica totalidad de las encuestas? ¿Retracción
del electorado de izquierda? El barómetro del CIS de octubre suscita
comentarios y controversias. Me limito aquí a dos de sus aspectos: situación
económica personal y, por supuesto, predicciones electorales.
Primero: el 0,7%
No es, en esta
ocasión, ninguna referencia a ese porcentaje, el 0,7%, que desde hace
décadas se plantea como la cantidad del Producto Interior Bruto (PIB) que
debería dedicarse a ayuda para el desarrollo de los países empobrecidos.
No se cumple, por cierto, en casi ningún país, salvo en algunos estados
nórdicos. Y mientras retrocede la cooperación al desarrollo avanza el
blindaje fronterizo, en el plano legal o con afiladas cuchillas en las vallas,
que todo vale para la causa.
Me refiero a otros
0,7% presentes en la recién publicada encuesta del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS), correspondiente a su barómetro de octubre, que tanta polémica
ha causado por sus datos electorales que comentaré brevemente al final de este
texto.
Por ejemplo, el
0,7% aparece cuando se pregunta a la gente por cuál es su situación económica personal
actual, un indicador, dicen los expertos, mucho más fino, más
preciso, que las preguntas sobre el estado de la economía en
general. Esta situación personal es buena para un 20,3%, regular
para la mayoría (49,4%), mala para un significativo 19,8% y muy mala para un no
menos relevante 9,3%. Pero hay otro 0,7% que, sin cortarse, califica
su situación económica como muy buena.
Curiosamente, en el
otro extremo de la realidad, es también un 0,7 el porcentaje de hogares que,
según el CIS, carece por completo de ingresos; más de 120.000 hogares (si tenemos
en cuenta que en España hay unas 17,3 millones de unidades familiares) que
sobrevivirán, supongo, gracias a la ayuda familiar o a la desarrollada por
distintas organizaciones no gubernamentales. En esa misma tabla aparece un 1,1%
de familias que, milagrosamente, vive con menos de 300 euros al mes; o un 8,9%
que salva los muebles con ingresos que oscilan entre los 301 y los 600 euros.
Segundo: datos
electorales
El barómetro de
octubre incluye siempre un estudio preelectoral. En esta ocasión, el mismo proyecta
una recuperación del PP que sube 1,5 puntos respecto a julio (con una
estimación del 34% de intención de voto en unas posibles elecciones
generales), difuminándose los efectos del caso Bárcenas, un ligero retroceso
del PSOE (26,8%), que obtiene 0,4 puntos menos que en la anterior muestra,
y queda a siete puntos de la formación conservadora.
IU apenas se mueve desde el verano:
pasa del 11,5% al 11,3%. Mientras que UPYD pierde 1,1 puntos, al bajar
del 8,8% al 7,7%.
La de la cadena SER,
publicada este viernes 8 de noviembre, reitera la misma tendencia, aunque
reduce la ventaja del PP a 4,4 puntos.
Es decir, resumiendo
mucho, estas y otros sondeos apuntan a que la derecha refuerza su ventaja,
el PSOE continúa en cuidados intensivos y no parece que el bipartidismo se
derrumbe pese a su evidente erosión.
Las encuestas no van
a misa. Pero apuntan tendencias. Y todas, todas, salvo la de Sistemas (que
coloca al PSOE primero destacado, sin candidato ni medidas que justifiquen ese
repentino cambio profundo en el electorado), insisten, con mayores o menores
diferencias, en que el PP sería hoy el más votado en unas generales.
Tengo la impresión
de que más que discutir sobre el grado de cocina de sus datos en bruto, la
izquierda debe reflexionar sobre su apagón energético ideológico-electoral,
sobre su incapacidad de ilusionar a una parte significativa de la ciudadanía
pese a la destrucción de elementos esenciales del Estado del Bienestar en este,
por ahora, bienio negro conservador. Lo otro, creerse únicamente la encuesta
que anuncia un vuelco espectacular o ciscar sobre las que son desfavorables, es
un ejercicio autocomplaciente y completamente inútil.
Este miércoles contamos de
nuevo con un artículo de Enrique Bethencourt, a Enrique algunxs de lxs que os
movéis por la redes sociales ya le conoceréis, para aquellxs que no sepáis
quién es, os dejamos una breve reseña para que os animéis a seguir sus
interesantes artículos periódicamente.
Periodista canario que desarrolla su tarea
profesional en distintos medios (radio, prensa y televisión) de las Islas.
Licenciado en Ciencias de Enrique, muchas gracias por tu colaboración
Podéis seguirle en
Twitter: @EnriqueBeth