JÓVENES Y ABSTENCIÓN
Una reciente
encuesta de Celeste-Tel Investigación Sociológica, junto a la prospección electoral ofrece, sobre todo, datos
interesantes respecto a la participación electoral si hoy se llevaran a
cabo unos comicios generales y, asimismo, en torno al voto de los jóvenes,
en este último caso con una elevada presencia de intenciones abstencionistas.
En el plano de la
intención de voto, el sondeo ratifica el desplome del PP (casi 13 puntos de
retroceso respecto al 20-N), aunque sigue manteniendo
suficiente distancia con el PSOE, partido este último que vive una leve
recuperación (0,6); mientras, como en otros sondeos crecen IU (que pasa
del 7% al 12%) e UPyD (que aumenta del 4,8% al 8,2%), duplicando ambos sus
actuales escaños, así como distintas formaciones nacionalistas, de manera
significativa en el caso de ERC, Compromís y los nacionalistas canarios.
Son, como ven, datos similares a los que arrojan otros estudios de otras
empresas demoscópicas. Pero, en mi opinión, como decía, la encuesta apunta
algunos datos par la reflexión en torno a la posible afluencia a las urnas y
sobre cómo se comportaría el voto de la gente joven. Siempre con la obligada
prudencia a la que obliga el hecho de encontrarnos lejos de una convocatoria
electoral.
En primer lugar, el estudio -realizado a mitad de enero por Celeste-Tel
Investigación Sociológica- refleja, según señalan sus autores, que “en el
último trimestre de 2012 se constata un cambio en la tendencia alcista de la
abstención; llevamos tres meses consecutivos con descensos en la abstención
tras nueve meses de continuas subidas. Los ciudadanos vuelven poco a
poco a confiar en la democracia representativa”.
Pese a ello, la participación en unas elecciones generales, de
celebrarse hoy, seguiría siendo muy baja, en torno al 59%, es decir, diez
puntos menos que en los comicios del 20 de noviembre de 2011, “que fue del
68,9%, muy similar a la del año 1979, con tan solo el 68,04%, la más baja de
nuestra reciente historia democrática”.
Mucho me temo que esos
optimistas augurios de Celeste-Tel, el freno de la
abstención electoral en el último trimestre de 2012, se han ido
completamente al traste. Los recientes escándalos, especialmente el
‘caso Bárcenas’, los 22 millones de euros del ex tesorero del PP en un
paraíso fiscal, los 10 presuntamente legalizados en la amnistía fiscal del
Gobierno de Rajoy y los también presuntos sobresueldos a dirigentes del PP, estoy
convencido de que han dinamitado esa tendencia de una mayor intención de acudir
a las urnas. Las chapuzas, de menor dimensión, de la Fundación Ideas ,
también ayudan.
Se equivocan los que, en esta u otras ocasiones, creen que los asuntos de
corrupción, las malas prácticas en la política, dañan ‘solo’ al partido
afectado directamente. El clima generado mancha a toda la política, desanima
a la ciudadanía, estimula el desapego hacia la política y las urnas. Y,
en última, instancia pone en riesgo al propio sistema democrático. Nadie
gana, salvo los que desearían un país sin política ni políticos, un régimen autoritario,
un caudillo por la gracia de dios o de los deificados mercados.
Juventud
Otro dato del estudio sociológico de Celeste-Tel, muy vinculado al
anterior y no menos preocupante, es la orientación del voto joven. Según el
sondeo, la opción primera para las personas menores de 30 años es la
abstención, por la que se inclina el 48% de la muestra. A continuación, se
sitúan en preferencias el voto al PSOE (12,6%), al PP (11,1%) y a IU (10,1%).
Una desafección con la política y las instituciones en la que, además de
las repercusiones de los casos de corrupción y de la falta de transparencia,
algo tendrá que ver un desempleo juvenil que supera el 55%, más de 930.000
jóvenes sin trabajo, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), la
del cuarto trimestre de 2012; y, asimismo, las provocaciones de unos dirigentes
gubernamentales que invitan a los jóvenes a emigrar al tiempo que justifican su
salida de España por su “espíritu aventurero”.
Como he señalado en
otras ocasiones, para impedir que la democracia se
derrumbe por completo y dé pasos hacia la asunción de propuestas totalitarias
de las que España y Europa tienen terribles recuerdos no tan lejanos, se
hace imprescindible la polí(É)tica.
Sí, resulta
imprescindible poner en valor a la hoy muy denostada política. Impulsando los liderazgos democráticos, los programas transformadores, la
gestión transparente y eficaz, y, sobre todo, la urgente toma de
gubernamentales decisiones que beneficien a las personas, a la mayoría social,
y no a minorías bancarias o bursátiles.
Los escándalos de
estos días o los datos de la EPA
que confirman el rotundo fracaso de las políticas del Gobierno y el grave daño
que se está haciendo a un sector cada vez más amplio de la población,
desempleado, empobrecido y humillado, van justo en sentido contrario.
Esta miércoles contamos con el artículo de Enrique
Bethencourt que nos ha hecho llegar también vía Twitter. Enrique es un periodista
canario que desarrolla su tarea profesional en distintos medios (radio, prensa
y televisión) de las Islas. Licenciado en Ciencias de la Educación y master en
Periodismo, está especializado en temas educativos y muestra especial
sensibilidad por los asuntos referidos a servicios públicos y derechos y
libertades. En los años ochenta obtuvo el premio nacional del Instituto de la Mujer al mejor tratamiento
de la imagen femenina en prensa. Ha impartido numerosos cursos en las
universidades canarias sobre medios y educación o la violencia en los medios.
Actualmente es subdirector del programa de radio El Espejo Canario y
colaborador habitual del espacio de debate El Envite, de la Televisión Canaria.
Desde hace unos años mantiene el blog La Tiradera , absolutamente independiente de
cualquier medio, con artículos de los más diversos temas (política, educación,
fútbol, etcétera). Uno de ellos, ‘445.568 políticos y tres piedras’, publicado
a mitad de 2012, ha
registrado más de 60.000 entradas.