En apenas tres días hemos conocido dos encuestas importantes, la de
Metroscopia y la del CIS. Realizadas en distintos tiempos del octubre de las
diversas escandaleras, desde las tarjetas Black a las aventuras púnicas de
Granados y compañía. No coinciden en lo que atribuyen a los distintos partidos,
pero sí en un dato parece que confirmado: la muerte del bipartidismo y el nacimiento del tripartidismo.
Esto, de
consolidarse en los próximos meses supondrá un cambio de ciclo político,
no sólo por la irrupción de una nueva fuerza, sino porque obligará al
establecimiento de coaliciones de Gobierno entre grandes partidos, ya que
ninguno podría gobernar en solitario. Esto es inédito en España donde tras la UCD del comienzo de la
transición se han alternado PSOE y PP en un bucle que parecía infinito, pero
que ha dejado de serlo.
En Canarias tenemos
experiencias de gobiernos de coalición, dado que el sistema electoral, con
circunscripciones insulares, y la presencia de formaciones insularistas y/o
nacionalistas, ha imposibilitado que ningún partido haya logrado nunca una
mayoría absoluta, establecida en 31 diputados. Los 27 del PSOE en el 83 y los
26 de CC en el 99 y de PSOE en el 2007 son los techos hasta la fecha.
La encuesta de
Metroscopia es más favorable a Podemos, con el 27,7% de estimación de voto, por
delante de PSOE (26,2%) y PP (20,7%). Sin embargo, en la del CIS el PP
seguiría en primer puesto (27,5%), seguido de PSOE (23,9%) y Podemos
(22,5%). En ambas se confirma el retroceso de IU (3,8% en Metroscopia y 4,8% en
CIS) y UPyD (3,4% y 4,1%), que parece que ya no son alternativa para el
electorado.
CIS
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METROSCOPIA
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|
PP
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27,5%
|
20,7%
|
PSOE
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23,9%
|
26,2%
|
PODEMOS
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22,5%
|
27,7%
|
IU
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4,8%
|
3,8%
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UPYD
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4,1%
|
3,4%
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Una curiosidad, respecto
a la clase social, en las clases altas y medias altas Podemos arrasa, con un
21,8%, por delante de PP (11,2%) y PSOE (8,1%). Y en las nuevas clases
medias también se imponen los de Iglesias: Podemos (19,7%), PP (12,3%) y PSOE
(11%), muy lejos de IU (2,8%).
Estable
El PSOE es el que
presenta unos datos más estables, apenas se mueve dos puntos entre los
diferentes estudios demoscópicos. Son mayores las diferencias entre los
otros dos grandes partidos. En el caso del PP es de casi siete puntos. En
el de Podemos, de cinco. Más parecidos son las cifras, por sus bajos
porcentajes, del resto de formaciones.
El progresivo
derrumbe del bipartidismo, ya visualizado en las europeas no ha dado paso a un
nuevo bipartidismo. El PP sigue siendo la gran referencia de la derecha
y el PSOE resiste, y no parece que esté dando los pasos del PASOK, su
homólogo griego. Podemos se inserta, se gana un espacio, entre conservadores y
socialistas y abre las incógnitas sobre la gobernabilidad.
Parece que ninguno
está en condiciones de gobernar en solitario, al estar muy lejos de la mayoría
absoluta (a lo sumo el más votado obtendría algo más de un centenar de
escaños), ni tampoco capacitado para hacerlo en minoría, si le dejaran los
otros, salvo que quiera arriesgarse a permanentes derrotas en las
cámaras. Lo que lleva a la necesidad de entendimientos entre dos de
ellos (PP-PSOE, Podemos-PSOE o PP-Podemos) con el apoyo, más testimonial, de
nacionalistas o de otras pequeñas formaciones.
El bipartidismo ha
muerto.
El tripartidismo es
un recién nacido del que desconocemos por completo cómo se va a comportar.
Estamos ante un nuevo escenario jamás imaginado para el panorama político de nuestro país. Más que nunca la balanza dependerá por primera vez del arte de la PRÁCTICA POLÍTICA y el DIÁLOGO, que no del politiqueo y la fontanería. Las alianzas serán irrenunciables y lo que es aún más importante, todo esto obedecerá a una reacción ciudadana que después de mucho tiempo parece que quiere empezar a creer en esto de la política. Lxs políticxs no vienen de marte, lo hacen a veces de la puerta de al lado. Muchas gracias, nuevamente a Enrique Bethencourt por prestarnos el artículo. Para seguirle más de cerca, podéis hacerlo en @EnriqueBeth